En espacios de trabajo presenciales (por ejemplo en una oficina) la comunicación es sincrónica, es decir, el director gerente o equipo de trabajo se comunican en el momento y en persona. En cambio, en el trabajo remoto la comunicación es, en general, asincrónica: para comunicarnos no estamos frente a la persona y utilizamos aplicaciones digitales como gestores de email, Whatsapp o Slack. En este sentido, se ignora si la persona efectivamente leyó el mensaje enviado o si lo va a responder en el momento. Dado que en el trabajo remoto se maneja una relación laboral flexible, puede que cuando se envíe un mensaje la persona receptora esté haciendo cualquier otra actividad o se encuentre concentrada en un proyecto laboral y, en tanto, no desee leer ni responder mensajes en el momento.
Mantener una relación asincrónica va sujeto a la decisión de trabajar en una empresa remota: no se puede no estar y estar al mismo tiempo. Pero, en esta instancia, es bueno preguntarnos ¿está claro entre los que conforman una empresa (tanto directores gerentes como equipos de trabajo) qué es una comunicación asincrónica?
Hay empresas que, si bien se están embarcando en una forma laboral remota o ya tienen tiempo haciéndolo, la relación asincrónica no es realmente tal; en ocasiones pareciera que la comunicación se asemeja a la que ocurre en la oficina. El caso de una comunicación sincrónica pero en un ambiente remoto. ¿Cómo se explica esto? No solo implica el error frecuente de querer replicar el ambiente de oficina presencial en una empresa remota. Hay algo más que tiene que ver con la ansiedad.
La neurocientífica Anne-Laure Le Cunff nos indica en una publicación que, dado que el ser humano por naturaleza no soporta la incertidumbre, nuestro cerebro está diseñado para reducirla. Añade que inclusive el miedo a lo desconocido ha sido teorizado como el temor que rige sobre todos los demás temores. Este tema, tiene sentido desde una perspectiva evolutiva pero puede ser innecesariamente estresante. Y es posible que esto ocurra cuando no le damos tiempo a una respuesta en un ambiente asincrónico. Pareciera insoportable no saber, por ejemplo, si la persona receptora leyó el mensaje, si va a responder y cuándo.
En este sentido, existen empresas que dan un lapso de 24 horas para tener una respuesta aunque esta condición pareciera no cumplirse en regla general. La persona que recibe el mensaje de un gerente pudiera pensar que se está esperando una respuesta inmediata, por lo que estará con la aplicación en uso y conectado a ella la mayor parte del tiempo de sus horas laborales (y quizás mas allá), afectando de esta manera su productividad y concentración.
La experta en trabajo remoto Pilar Orti hace mención a lo que puede también ocurrir si la relación asincrónica se acopla cómodamente a la ansiedad de tener que resolver un tema en conversación directa por llamada telefónica o por Zoom cuando son asuntos delicados que tengan algún rasgo de confrontación o discusión y se prefiera tratar el asunto de manera distanciada aprovechando las herramientas digitales para una comunicación asincrónica (pueden escuchar más sobre este tema en el episodio 54 del podcast La Gran Renuncia con Pilar Orti)
Según este estudio , otra forma de ansiedad que estaría detrás de las comunicación asincrónica sería la que presentan algunas personas al verse obligados a participar de una reunión virtual, pero preferirían una comunicación mas distanciada.
La relación asincrónica tiene varias ventajas: permite leer el mensaje en un momento conveniente, da tiempo para un buen análisis y una mejor respuesta ante el tema planteado y permite la colaboración de equipos distribuidos en diferentes usos horarios. Sin embargo, queda aún mucho por aprender como aplicarla de manera eficiente y que no sea ni un generador de ansiedad ni un escudo protector para los que les cuesta la interacción social.
Es tarea de la empresa y de su equipo de trabajo discutir lo que implica una relación asincrónica, poner reglas claras de las expectativas de cada uno, analizar qué tipo de ansiedad esta manifestándose y utilizar aplicaciones correspondientes para superar esas situaciones.
Por Roberto Shlesinger