Por Roberto Shlesinger
Si bien es tendencia en los últimos tiempos darle énfasis al aquí y ahora, en la nueva dinámica del trabajo remoto la comunicación asincrónica – sin tiempo y espacio – va ganando terreno. ¿Qué tiene de particular que la convierte, cada día más, en la preferida de las gerencias remotas?
Sin dudas no se trata de falta de alternativas. Para los equipos remotos sobran herramientas para comunicarse en un “aquí y ahora” virtual. De hecho, muchos gerentes de empresas a distancia implementan a menudo este tipo de comunicaciones en su equipo, ya sea en reuniones por zoom, llamadas de teléfono o mensajes de Whatsapp. Pero cada vez más líderes comprueban que la asincronicidad resuelve problemas que venían arrastrándose desde hace décadas en el liderazgo de equipos.
Una buena gestión de comunicación asincrónica significa:
Menos interrupciones. Cortar el natural flujo de trabajo para llamar a una reunión o dar una directiva, afecta el desempeño y la producción de una empresa. Por ejemplo, podemos cometer el error de interrumpir a un empleado cuando se encuentre atendiendo una negociación, cerrando un proyecto o algún acuerdo que le aporte algo importante a la empresa.
Menos costos. Organizar una reunión implica un alto costo: solo basta multiplicar el número de personas asistentes por el costo de trabajo que cada persona pierde en ese momento para darse una idea.
Impulsar la creatividad y ahorra tiempo. Es sabido que para una persona llegar a un estado de concentración y de fluidez en su trabajo (en particular aquellos que requieren de creatividad e imaginación) se requiere pasar por varias etapas, y si la persona es interrumpida, deberá volver a arrancar de cero y requerirá que invierta tiempo para llegar al estado que había logrado.
Bajar las tensiones grupales y mejorar la capacidad de decisión. Muchas veces la reunión puede venir con una carga emocional fuerte. Estas situaciones cuando se abordan en vivo y directo traen consecuencias negativas; por ejemplo, que no se escuchen bien los argumentos o propuestas, que se tomen decisiones equivocadas por no darse un tiempo para formular una respuesta más precisa y mejor analizada. Ese impulso (¿animal?) de dar una respuesta inmediata, claramente no es la mejor estrategia.
Incluir a todos. Si el método que usa la empresa para consultar temas y estrategias siempre es en vivo, generalmente hablarán y participarán del debate los extrovertidos del equipo; en cambio, la modalidad asincrónica, ofrece la oportunidad a las personas introvertidas a compartir sus ideas, a su propio ritmo y sin exponerse a miradas ajenas.
A pesar de tantos beneficios, un ambiente laboral asincrónico se convierte en un verdadero reto. Quizás aún no confía del todo en sus empleados, quizás tiene esquemas pasados donde no importaba las dañinas interrupciones con tal que lo escuchen en directo a lo que tiene que decir, y quizás porque no ha experimentado los beneficios que ofrece la comunicación asincrónica
Hoy en día el líder tiene a la mano las herramientas y aplicaciones tecnológicas que le permiten mantener una comunicación asincrónica. Si quiere anunciar algo a todo el equipo, puede grabarse una presentación el mismo por zoom y compartirla para que la gente la escuche a su conveniencia de tiempo. Si desea mostrarle a alguien observaciones sobre algo escrito puede utilizar Loom, enviarlo y mantenerlo en la nube. Si desea enviar una pregunta, consulta u observación a todo su equipo o parte de él, puede decirlo o escribirlo vía Slack y el equipo responderá a su tiempo. Existen distintas maneras de trabajar asincrónicamente y aprovechar todos los beneficios que ello implica: solo queda de parte de los gerentes y empleados asumir el reto del NO AQUÍ Y NO AHORA.